Nota de presentación
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Foro internacional «Por una iniciativa tricontinental atlantica» Skhirat, los días 29 y 30 de Mayo de 2009
1/ Un deterioro de la gobernanza mundial y la necesidad de nuevas iniciativas
La recesión económica generalizada, cuya amplitud y manifestaciones sectoriales siguen sin ser interpretadas correctamente, agrava los disfuncionamientos que caracterizan la gobernanza mundial, más aun cuando el país motor de la economía mundial, que constituye el tradicional garante de la seguridad y del orden internacional, está en el origen de la crisis financiera.
Los intentos de reforma de la gobernanza, iniciados desde la caída del Muro de Berlín, resultaron vanos. Algunos vieron en la globalización la causa del disfuncionamiento de la gobernanza internacional. Veleidades proteccionistas, nacionalismos exacerbados e incluso la voluntad de cuestionar el fundamento de la apertura y la economía de mercado son tantos síntomas reveladores de la gravedad de la situación. Traducen la impotencia de los dirigentes para encontrar soluciones creíbles para sus países y más aún para adoptar medidas a los niveles regional o mundial. El carácter sistémico de la ruptura que experimenta el orden mundial exige una responsabilidad colectiva y necesita soluciones concertadas entre los principales actores del sistema, base de una nueva gobernanza colectiva.
Para restablecer esta confianza indispensable para el relanzamiento, se han de aplicar condiciones de transparencia, de responsabilización y una nueva regulación del mercado. Esto hace inoperante la concepción de soluciones establecidas sólo en el marco único de un diálogo intergubernamental y exige por lo tanto asociar, en la toma de decisiones, a los actores no estatales a nivel nacional, regional e internacional. El marco metodológico, los instrumentos de este nuevo diálogo, y las normas de esta nueva regulación quedan aún por inventarse. Es cierto que dependerán de las circunstancias específicas de cada actor, pero que la convergencia hacia las mejores prácticas queda como único camino para una gobernanza global plenamente realizada.
Las normas y disciplinas concebidas en un marco multilateral renovado no son antinómicas con espacios continentales, que son los únicos espacios capaces de expresar las potencialidades de convergencia y de la solidaridad y tomar en consideración sus especificidades. Al contrario, una gobernanza global controlada sacaría mas provecho de experiencias regionales diversificadas.
2/ La apertura Atlántica: un potencial de solidaridades transversales concretas
El Alto Comisionado del Plan lleva desde hace cuatro años una labor, con total independencia institucional e intelectual, un programa de estudio prospectivo bajo el tema "Marruecos 2030". En este marco, se organizaron foros temáticos con la participación de expertos nacionales y extranjeros y representantes de los mundos académico, económico, político además de actores de la sociedad civil. Estos foros, respaldados por estudios generales y sectoriales y encuestas sobre el terreno, han dado lugar a la elaboración de escenarios exploratorios y alternativos y fueron objeto de muchas publicaciones que se pueden consultar en la pagina web www.hcp.ma. Estos escenarios permitieron identificar los retos que Marruecos a de enfrentarse y mostraron los límites de un ejercicio estrictamente nacional. Muchas variables estratégicas, que condicionan la plena realización de los objetivos de desarrollo humano sostenible, dependen de la eficacia de la gobernanza regional y mundial. La Alta Comisaría Al Plano ha procedido a ampliar, por etapas sucesivas, el marco de sus reflexiones sobre el proyecto "Marruecos 2030" e implicar en los diversos foros organizados a los actores regionales e internacionales.
De hecho, tras haber profundizado la dimensión Magrebí y Mediterránea de la gobernanza regional, se estimo necesario ampliar el esfuerzo analítico a la comunidad de destino y de interés del espacio Atlántico. En efecto, la apertura Atlántica, junto con la pertenencia Mediterránea y la identidad africana forjan la personalidad estratégica multidimensional de Marruecos. La perspectiva Atlántica constituye, por lo tanto, el marco natural para la ampliación de la reflexion prospectiva para Marruecos, al igual que otros países ribereños para los cuales no hay discontinuidad estratégica entre el norte y el sur del Atlántico.
Las riberas africanas, europeas y americanas del atlántico son vinculadas por una estrecha proximidad histórica y cultural antigua. A lo largo de los siglos, se forjaron vínculos cuyos resultados se tradujeron en numerosos intercambios humanos, relaciones densas entre instituciones, grandes polos urbanos y personalidades del ámbito político, económico y cultural, apoyados por una relativa homogeneidad cultural y lingüística. Conviene movilizar hoy en día este conjunto de factores positivos para crear una nueva transversalidad fecunda. Es la legitimidad profunda de la perspectiva atlántica. Es de esta realidad que hay que sacar el mejor provecho a la hora de la crisis de la gobernanza global.
Esta transversalidad atlántica conlleva sinergias insospechables y ofrece oportunidades para el co-desarrollo especialmente adaptadas a la coyuntura actual y a cuestiones globales tales como la cohesión social, el desarrollo sostenible, el cambio climático y la biodiversidad, la seguridad marítima, las migraciones, el terrorismo y el tráfico de todo género.
El marco atlántico no excluye la dimensión mediterránea ni la integración de los diferentes continentes, África, América del Norte y del Sur y Europa. Al contrario, como lo muestran los ejemplos de Marruecos, Portugal y España, la situación geográfica en la encrucijada de dos continentes, con sus dos fachadas marítimas, facilitó una interacción comercial y cultural que acompañó la primera ola de la globalización a partir del siglo XV.
El hecho de que Marruecos haya concluido un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos y accedido al estatuto avanzado con la Unión Europea confirma la fecundidad de estos múltiples vínculos para gestionar la crisis de la tercera ola de la globalización. Otras experiencias pueden ser evocadas como en África del Oeste, Cabo Verde, Ghana, Liberia, Senegal...y en países de América Latina como Brasil y México, que son experiencias exitosas en el hemisferio occidental.
La formación de una coalición de instituciones y actores que comparten la misma visión en este marco atlántico es el primer paso hacia la regulación de los grandes espacios continentales, que permite la posibilidad de una mejor gobernanza mundial y una globalización al servicio del hombre.
La realización de esta perspectiva pasa por varias etapas y exige un partenariado operativo de alto nivel.
De hecho, tras haber profundizado la dimensión Magrebí y Mediterránea de la gobernanza regional, se estimo necesario ampliar el esfuerzo analítico a la comunidad de destino y de interés del espacio Atlántico. En efecto, la apertura Atlántica, junto con la pertenencia Mediterránea y la identidad africana forjan la personalidad estratégica multidimensional de Marruecos. La perspectiva Atlántica constituye, por lo tanto, el marco natural para la ampliación de la reflexion prospectiva para Marruecos, al igual que otros países ribereños para los cuales no hay discontinuidad estratégica entre el norte y el sur del Atlántico.
Las riberas africanas, europeas y americanas del atlántico son vinculadas por una estrecha proximidad histórica y cultural antigua. A lo largo de los siglos, se forjaron vínculos cuyos resultados se tradujeron en numerosos intercambios humanos, relaciones densas entre instituciones, grandes polos urbanos y personalidades del ámbito político, económico y cultural, apoyados por una relativa homogeneidad cultural y lingüística. Conviene movilizar hoy en día este conjunto de factores positivos para crear una nueva transversalidad fecunda. Es la legitimidad profunda de la perspectiva atlántica. Es de esta realidad que hay que sacar el mejor provecho a la hora de la crisis de la gobernanza global.
Esta transversalidad atlántica conlleva sinergias insospechables y ofrece oportunidades para el co-desarrollo especialmente adaptadas a la coyuntura actual y a cuestiones globales tales como la cohesión social, el desarrollo sostenible, el cambio climático y la biodiversidad, la seguridad marítima, las migraciones, el terrorismo y el tráfico de todo género.
El marco atlántico no excluye la dimensión mediterránea ni la integración de los diferentes continentes, África, América del Norte y del Sur y Europa. Al contrario, como lo muestran los ejemplos de Marruecos, Portugal y España, la situación geográfica en la encrucijada de dos continentes, con sus dos fachadas marítimas, facilitó una interacción comercial y cultural que acompañó la primera ola de la globalización a partir del siglo XV.
El hecho de que Marruecos haya concluido un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos y accedido al estatuto avanzado con la Unión Europea confirma la fecundidad de estos múltiples vínculos para gestionar la crisis de la tercera ola de la globalización. Otras experiencias pueden ser evocadas como en África del Oeste, Cabo Verde, Ghana, Liberia, Senegal...y en países de América Latina como Brasil y México, que son experiencias exitosas en el hemisferio occidental.
La formación de una coalición de instituciones y actores que comparten la misma visión en este marco atlántico es el primer paso hacia la regulación de los grandes espacios continentales, que permite la posibilidad de una mejor gobernanza mundial y una globalización al servicio del hombre.
La realización de esta perspectiva pasa por varias etapas y exige un partenariado operativo de alto nivel.
3/ Nota metodológica del foro « iniciativa tricontinental atlántica »
Como se indica en el documento de presentación, el espacio atlántico ofrece un nuevo marco transversal para abordar de manera fecunda todas las de dinámicas susceptible de renovar la gobernanza mundial a través de un enfoque regional original.
Por lo tanto, hay que crear las condiciones operativas para el establecimiento de un foro Tricontinental Atlántico y perpetuar su actividad. Están previstas tres etapas:
a- Reunión de un comité de orientación (científico) compuesto por una docena de personalidades que se encargará de dirigir el proceso en su conjunto: elaborar el programa del foro previsto los días 29/30 de mayo, recoger las intervenciones de los participantes, concebir las modalidades de publicación de los resultados de las discusiones. Instituciones pertenecientes a este espacio Atlántico constituirán el núcleo duro de este comité.
b- Reunión del foro que tendrá como tema: "POR UNA INICIATIVA TRICONTINENTAL ATLÁNTICA" mayo 2009.
c- Institucionalización de esta iniciativa en torno a un proyecto compartido de prospectiva para el Atlántico. El objetivo consiste en poner a disposición de los responsables estatales y no estatales escenarios, propuestas de políticas y medidas para lograr una puesta en práctica concertada y colectiva.
Por lo tanto, hay que crear las condiciones operativas para el establecimiento de un foro Tricontinental Atlántico y perpetuar su actividad. Están previstas tres etapas:
a- Reunión de un comité de orientación (científico) compuesto por una docena de personalidades que se encargará de dirigir el proceso en su conjunto: elaborar el programa del foro previsto los días 29/30 de mayo, recoger las intervenciones de los participantes, concebir las modalidades de publicación de los resultados de las discusiones. Instituciones pertenecientes a este espacio Atlántico constituirán el núcleo duro de este comité.
b- Reunión del foro que tendrá como tema: "POR UNA INICIATIVA TRICONTINENTAL ATLÁNTICA" mayo 2009.
c- Institucionalización de esta iniciativa en torno a un proyecto compartido de prospectiva para el Atlántico. El objetivo consiste en poner a disposición de los responsables estatales y no estatales escenarios, propuestas de políticas y medidas para lograr una puesta en práctica concertada y colectiva.